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PRETTY MICROPOP

 

No se puede ser más pequeña;
si camina el mundo lo nota.
Es el sueño que no se desvanece,
un tesoro demasiado grande
para ser compartido.
Nadie puede ser más pequeña.
Cuando va en bicicleta, el paisaje lo agradece.
Si escribo estas lineas
es para estirar los días,
para que los planetas que sólo tú y yo conocemos
nos devuelvan a lo oscuro, que es sólo nuestro.
Miro mis manos,
como un carrilero mira su mochila en diciembre,
y me dan miedo. Quién pudiera vivir sin tus manos.
O no. Qué tristeza. Qué pobres los millones de personas
que no saben que tú existes, que no saben nada de tus manos.
Tú ya sabes, cuando Montale dice la verdad
hay que rendirse. No sabes quién es Montale.
No sé si entenderás la lluvia
que seca este poema. Es mejor que no entiendas.
Caña y limonada te digo.
Me miras, sonríes -es suficiente-.
Ojalá te acuerdes de Rimbaud.
Estoy pensando en mi destino.
Es alguien que se parece mucho a ti,
a ti, mi mayor gloria; tú, mi único fracaso.


JUAN CARLOS RECHE