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(La Zubia, Granada, 1977) ha publicado hasta la fecha un único libro cerrado de poemas, Libro del cepo (Hiperión, Madrid, 2000). Los tres poemas que aquí recogemos pertenecen al material inédito ya cerrado bajo el título de Los poemas del bloqueo.

 

 

 

Resistencias y olvidos

Linternas a lo lejos. Por las hazas
no queda sino el rastro de las mulas
mecánicas que entonces dicen mulas
y arados y hombres era de amenaza,

la sed, la mala hierba, poca traza,
la linde rencorosa de las dulas,
terrible el sol y el odio si calculas,
cabales, sí, los restos y las bazas.

Se han vuelto a repetir los mismos nombres,
los naipes emboscados, los estiércoles.
Y el padre aquí cadáver en un miércoles
ya jueves por los cerros. Eran hombres

iguales a estos tres que de la muerte
lo sacan y le cavan la gran noche.

 

un poema de encargo

la vez primera vez que algunos mozos
contamos con orgullo y gran detalle
pagado por supuesto y por la calle
la vez que da bigote a los del bozo

la vez primera vez y enamorada
que a muchas nos dijeron era clave
acaba convirtiéndose en ya sabes
la vez que vino a ser como si nada

la vez primera vez contigo quiero
se dice el dependiente de la tienda
mirando a la lotera de la esquina y

risueña la lotera lo adivina y
le dice cuando pasa al de la tienda
la vez primera vez contigo quiero

 

MÁS MIERDA DE LA MISMA CALIDAD

A ver, a ver:

Poemas como
FÍJATE TÚ CÓMO ACABAN LAS COSAS, la gentuza,
EL POETA NO SUPO RESOLVER ESE PROBLEMA y
tal vez
alguno que otro más, he de afirmarlo:
No sé muy bien dónde me llevan.
O acaso es que me huelo qué suponen
del lado de los golpes y del otro,
más cutre, de los versos, y me achantan
a ratos las posibles consecuencias. No obstante:
Son malos, sí. Y qué. Muy malos.
Pero no menos pencos que esos miles
que se curran
con musas
y/o consignas
mil capullos
que aún siguen entendiendo la escritura
como algo en fin ya saben. También yo a veces pienso
que a qué ponerme en guardia y destrozarme
por dentro y dar mil hostias a aquellos que nos joden
sin tregua la marrana de la vida
si soy capaz de hacer y no es soberbia,
cien versos muy bonitos por jornada
de siete a diez —tres horas—
y luego un rato acaso
si hay ganas por la tarde y sin problema
100 versos, hala: puros, limpios, blandos.
Pero es que no son esos los versos que hacen falta
ni son estos tampoco, me temo, ni los de esos
poemas que ya he dicho. Ni los de esos
poetas tan tan suyos que se piensan
mayúsculos artífices de esencias
baratas y apestosas —si es que prenden.

(El poeta no supo resolver estos poemas), Gentuza
FÍJESE USTED CÓMO ACABAN LAS COSAS,
los azares del Paco, La canción
del parque tan ingenua y qué pezones
le voy a hacer si estimo necesaria
meterla aquí, la trampa ya oxidada
del puto y de otro libro /poema 17
,Bloqueo —siesqueasí le pongo finalmente
de título a ese arranque y putas pascuas
que tengo a medias, otros, EPITAFIO y seguro
que alguno nuevo más e incluso todos.
Y este que escribo aquí, sin mar, contigo
del otro lado siempre de la página
—poemas malos todos, sí. Y míos. Y qué.

En vísperas del mar. Allí, mañana, ya contigo,
vendrán cuando me siente las traiciones
de nuevo y nuevas dudas
mezcladas con las viejas
e indómitas certezas y más golpes
cabrones que nos tumban
vendrán.
No quiero corregir.
No quiero corregirme ya más según dictados
enquistados de Estado muy por dentro o
dados dados de azar manipulado en
—rimas tontas que las llaman. Igual
tan sólo es que me embullo de prisas por la gloria o
quizás que hasta el mismísimo ya estoy de tanto humano
que pide a gritos cobro por las teles,
por el balcón de enfrente,
desde página impar en colectiva
de versos antológica edición,
en andenes de trenes,
de metros y autobuses dando voces,
en palcos respetuosos maquinando,
en púlpitos,
en cuevas,
en tribunas,
por calles y por plazas
como idiota buscando a quién soltarle
los perros de la rabia y / sólo encuentro a felices
personas repitiendo las consignas
piadosas o las otras, las que sirven
de combustible fósil al bicho de la angustia
para que ceje nunca de jodernos
—la bestia o bicho viejo de la vida
lanzada por los buenos contra el odio
que nos mantiene vivas aunque ya
definitivamente
sin esperanzas casi,
solas,
casi sin miedo.

A ver, a ver:
MÁS MIERDA DE LA MISMA CALIDAD
puede ser un buen título. Pues venga.