CUANDO LA PASIÓN SE DESPIERTA
SIEMPRE SE QUEMA UN BOSQUE
(En cierta ocasión fotografié a una pareja
a la que sorprendí haciendo el amor cerca
de un arroyo)
Cuando la pasión se despierta,
se lava bien la cara,
se viste, se abrocha sus zapatos
y sale a pasear por la ciudad
dando codazos a las fuentes
y cogiendo a costillas
los deseos apagados,
todo es un bosque que se ofrece
al beso de su llama.
Inevitablemente es día de fiesta
para los repartidores de los ríos.
Porque no hay agua capaz de vencer
un fuego tan rojizo y tan caliente.
CUANDO EN EL MURMULLO DEL SILENCIO HABLAN ESQUIMALES
Supongamos que el silencio,
a la chita callando,
nos va separando con su frío
y su alambrada,
y que oyendo el telediario
escuchamos en el fondo los pasos
de aquello que nos falta por decir
y que sabemos que cuando estamos juntos
nos faltan unos metros
para llegarnos plenamente.
Supongamos que nuestros pechos
ya no tienen boca
para coger el corazón por la cintura
y ninguno quiere desenvolver estos ojos mudos
con los que nos miramos
cuando la tarde es una espalda
interminable.
Supongamos que no hay nada que suponer
porque nuestra voz está sentada
entre los dos,
desangrándose
esperando un torniquete.
LA IMPORTANCIA DE LA METODOLOGÍA
No se debe enseñar a navegar
cuando en el agua flota una tormenta.
|