Contenido HwebRA 5 Contenida de poesía

 

 

(Córdoba, 1985) ha publicado el poemario Mi primer bikini (premio ‘Andalucía Joven’ 2001; DVD, febrero de 2002; segunda edición, junio de 2002), la plaquette Vacaciones (El Gaviero, 2004) y la antología Todo un placer (Plurabelle, 2004). Está incluida –entre otras- en las antologías Inéditos (edición de Ignacio Elguero; Huerga & Fierro, 2002), La lógica de Orfeo (edición de Luis Antonio de Villena; Visor, 2003), Edad presente (edición de Javier Lostalé; Vandalia, 2003) y Veinticinco poetas españoles jóvenes (edición de Ariadna G. García, Guillermo López Gallego y Álvaro Tato; Hiperión, 2003).

Es articulista de opinión en El día de Córdoba, y ejerce la crítica literaria en publicaciones como Clarín e Istmo. Recientemente ha sido escogida por el suplemento Tentaciones de El País como uno de los nombres menores de veinte años más prometedores, siendo la única seleccionada en la categoría de literatura. Es una de las coordinadoras de la revista de literatura joven müsu.


 

 

 

I will survive


Tengo una enorme colección de amantes.
Me consuelan y me aman y con ellos mi ego
se expande y extramuros alcanza la azotea.
Cuando estoy con cualquiera de ellos,
o con todos a la vez, siento la pesada carga
de millones de pupilas subidas a mi grupa,
y a mi oído lo acosan millones de improperios,
se habrá visto niña más desvergonzada / pobrecita,
Dios le libre del problema que suponen / habría
que encerrarlas a todas. Languidezco.
Quiero volar y volar y volar como Campanilla
-blanco y radiante cuerpo celestial,
pequeño cometa, pequeño cometa-
de la mano mis amantes, que dicen cosas bonitas
como estigma, princesa, miss cabello bonito, asteroide.

Todo sea por mis amantes, que no son dignos de elogio:
son minúsculos, y redondos, y azules,
azules o blancos, o azules y blancos,
y su boquita de piñón es invisible,
y para besarles introduzco a los pitufos
en mi boca, y para gozar de ellos
los trago, porque me sé mantis religiosa.
Quién soy, quién soy, ni siquiera sé quién soy.
Sólo los necesito cuando me desdoblo en dos,
cuando mi ego se encoge incomprensiblemente
e intramuros alcanza un punto mínimo,
cuando lloro demasiado o río demasiado,
y entonces los llamo y ellos, decidme vosotros
quién soy, mi pequeño y urgente consuelo,
se adentran en mi boca sin dudarlo, complacidos,
y me recorren por dentro, y al fin sonrío, soy,
sonrío tras sus cuatro, cinco, seis besos azules,
un balanceo en mi regazo, la sonrisa desencajada,
quién soy ahora, quién soy realmente ahora,
quizá sea una muñeca de trapo, me toman prestada,
sonrío con sus besos fríos color pitufo, color papá pitufo,
besos de colores, ligero toque frío y plástico en mi lengua,
quién soy ahora, quién soy realmente ahora.

Les comparto con muchas otras, Sylvia, Anne,
ay mis amantes pluriempleados, no lo he dicho,
mis amantes que son minúsculos, redondos y azules,
apuestos príncipes de un cuento de hadas,
cuando hago como que duermo
creen que soy la Bella Durmiente,
y entonces quiebran el relato y me besan,
y son como cualquier beso que lo es para dormirse,
buenas noches pequeñas plásticas azules y blancas,
quién soy, ya no quiero responder, no sé quién soy,
y contradigo el cuento y mi sueño es más profundo,
y no quiero despertar, no quiero, sólo quiero más
besos azules, quién, besos blancos,
besos porque mi ego tambalea en el centro de mi estómago,
quién soy, besos redondos o cilíndricos,
no importa quién soy, quién soy realmente,
falo químico para mi sonrisa, quién soy ahora,
falo químico de colores para mi cabeza baja.

De Mi primer bikini (DVD, 2002)

 

 El secreto de Heidi (luna nueva)

 

Según Heidi, no soy lo que todos suponen que debo ser.
Huelo a pólvora y algún día fui sangre seca.
Ella y yo hacemos una hoguera de pergaminos legendarios,
de espuma gris que araña el pedestal,
de madera astillada y escamas metálicas,
hoguera de cuero negro y corazón desvencijado,
de estalactitas amontonadas, humo cósmico asciende,
hoguera sola, sola como yo, que me derramo epiléptica:
pero ni por ésas logro ser lo que todos suponen.
Cuando me quemo un poco los codos, la observo melancólica.
Heidi asegura acordarse mucho de Espinete,
punzones en su pelo, extraña Medusa, tan rosa la vulva de las yeguas.
Cuánto me duele ser una sombra en la puerta del colegio.
¿Justo ahora quieres tarta, Heidi? Yo te diré.
Te diré que derrumbo el pastel para que alguien
me enseñe a morder cerezas:
terciopelo por fuera, lino áspero por dentro.
Te diré que por tu culpa perdí la palabra luna mientras huía.
No llores, Heidi. No puedo rescatar los astrolabios.
Mira, Heidi, las letras de tabaco
esparciendo monigotes en cada primavera.
Tengo sueño. Mañana escalaremos la montaña
que tenga menos flores -tierra blanca como el mármol-,
o la que más te recuerde a nuestro hogar. Somos fugitivas.

Aparco mi cabeza en el borde de este poema,
que es un mapa de metáforas manchado de café.
Parece que mi Heidi también duerme.

Pero no.
Ella es cruel como las institutrices políglotas.

Heidi, mientras rezo, se masturba al oeste de mi pecho.

De Mi primer bikini (DVD, 2002)

 

L'enfant terrible

 

Mi chico azul surgió de un tren celeste.
Azul su discman y el CD de Los Planetas,
era tan frágil que sólo hablaba con monos ebrios
-colgados de farolas en medio del océano-
y acariciaba su codo con acento de verano en Irlanda.
En la arena, el hueco de su talón imitaba
al cortafuegos abierto por las mandíbulas de Hansel,
negándome la dulce perversión de sus paredes.
Diez minutos construyeron mi paraíso mirándole las uñas.
Sólo porque él fue mi fetiche -azul napoleónico de Elba-,
decidí cobijarle para siempre en mi mochila
-entre los libros de poemas y mis bragas-,
pero me rechazó con la distinción que le supuse.
Pez azul chocando contra mis tobillos,
el cielo de su boca se encapotó al querer cruzarlo:
demasiado azul, demasiado azul, demasiado azul.

De Vacaciones (El Gaviero, 2004)