Volver
Gonzalo Santelices
AL Margen

 

 

 

Tina Suárez Rojas

 

III

A woman in the shape of a monster
a monster in the shape of a woman
Adrien Rich

una mujer anda suelta

se echa a la calle
y derriba la noche

bebe el alquitrán a lengüetazos
indómitos de fiera desamada

zamarrea el asfalto
despedaza enamorados

frecuenta tentaciones
depreda voluntades

animal rabiando en pos de la ternura

una mujer muerde las carnes
por instinto de amor


LA COBRA A SU AMO

tal vez algún día
osando traicionarte en tu letargo
de la cesta de mimbre
-qué sinuoso silencio-
emerja yo en medio de mis escamas
cuál sórdida embaucadora
con el empeño perverso
de rebuscar tus encantos
y tirar de ese turbante
y mordisquearte de una jodida vez
la deliciosa flauta.

Al inicio de la página

NUEVAS AVENTURAS EN LOS CONFINES DE INTERNET


quiero un internauta
de pata de palo que navegue
incansable por los mapas temáticos
de la ciencia moderna un galante
filibustero de la avanzada informática
un anónimo corsario que a eso
de la madrugada fondee la calma chicha
de mi pantalla acuosa
un cálido long
john silver un dulcísimo barbarroja
de singladura electrónica
y calavera exultante alguien
que sepa cumplir de la piratería
amatoria las ordenanzas

espero sus versos de contrabando
para damas remotas e inhóspitas

busco @rrobamiento a larga distancia
decimonónica muero
ruego al interesado please
póngase en conexión


EPÍSTOLA INMORAL A CLAUDIO

ave caesar

hace algún tiempo que en el distrito
de subura soy meretrix augusta
a qué ocultarlo

albayalde fucus antimonio
velos sin imperdibles y a veces
tacón de aguja
hacen de mí últimamente
voluptuosa deidad

romanos de termas y foros
libertos y centuriones
patricios a más no poder
atraviesan las ingles imperiales
a veinte asses el orgasmo
más derecho a consumición
y en olimpo de cinco estrellas
las sacras barbas pone a mis pies
un baco libidinoso con achaques de cirrosis

estoy dudando si afincarme o regresar
cuanto antes
tú entretanto claudio carpe diem
y al tálamo gemebundo
llévate un fámulo imberbe
de esos que besan y no raspan

tuya hasta cierto punto
valeria mesalina.

 

Al inicio de la página