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Eva Vaz
AL Margen

 

 

 

 

Francis Vaz


LOS PIES JUNTITOS,
estaba cómodo así, el micrófono
quedaba lejos, hubo que acercárselo,
su voz un timbre hueco, casi inaudible,
cuestión de apretar la oreja,
apanas dos versos y tras las lentes miró
amenazador a cuchicheadores, os he visto,
sé quiénes sois, parecía decir en silencio
apretando con fuerza el nudo de corbata,
creí estar sordo, sólo pude oír palabras sueltas,
algo como alhelí, amor de aguas diafaniiiísimas,
quizás mariposillas o glicerinas,
todos callaban,
artistas, por supuesto, espejo de vanguardias.
Pregunté a uno quién era el aquel tipo,
-¡el crítico"!-, dijo entre susurros
y me mandó callar,
el dedo sobre los labios,
sus uñas pintadas de negro.

 

QUILLO, VIDA SANA

La voz de Eladio
breve, nubosa,
desde el fondo del WC.
"Francis, tú lo llevas chungo,
sigue así, que no veas cómo vas a acabar.
"Quillo, vida sana".

Y sin saber
hasta qué punto amo yo el deporte,
ser como Carl Lewis,
el más rápido y
llegar antes que nadie hasta la meta.

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LA CUESTION

La raya, al final todo se reduce a la raya,
hay que tirarse en ella, revolcarse,
enfangarse en ella hasta el fondo,
que su blancura te otorgue un halo de pureza,
y dominarla, demostrar claro ese dominio,
como un vaquero en el rodeo.

Eso sí, jamás traspasarla,
eso no lo toleran.

 

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