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José Elgarresta
AL Margen

 

 

 

 

Eva Vaz

GATILLAZOS

Yo sé que tú sabes
que yo sé
que se han deshojado
mil veranos
y yo sé que tú sabes
que yo sé
aún.

Estábamos borrachos,
húmedos como esponjas.
Ansiosos de llevar a la práctica
las supuestas proezas sexuales
que dos aparentes desperjuiciados
recreaban sin pudores.
Estábamos retándonos, casi.

En aquel bar nos
follábamos con la
imaginación,
y en mi casa,
solos y desnudos de todo
a ti te desobedeció
el sexo.

Yo sé que tú sabes
que yo sé
que aún conservas
las bragas blancas
que te llevaste puestas
por equivocación.

Yo sé que tú sabes
que yo sé,
que hoy no me olvido de aquella
noche terrible para tu
virilidad.

Yo sé que tú sabes
que yo sé
que siempre que me ves
se te hace un nudo en la
vergüenza,
que ruborizará tu memoria,
eternamente.

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ENSEÑANZA SUPERIOR

He necesitado cumplir los veinticinco.
He necesitado licenciarme
en filosofía
y perseguir el doctorado,
y despellejar mi paciencia
en unas oposiciones
para descubrir
que lo más apreciable,
mi mejor joya:
mi COÑO.

Ahora me faltan años
para retroceder en el tiempo
y ejercitar otras virtudes
y conquistar el mundo
en un abrir y cerrar
de piernas.

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EL DIABLO EN EL OJO

El Diablo anda en mi ojo,
en el derecho, en el izquierdo,
en el ojo crítico del culo.
Y mira.

El Diablo anda en mi ojo,
es el tirano que me obliga
a ver mierda donde quizás
haya flores.

El Diablo anda en mi ojo,
me obliga a abrir el esfínter,
a cagar poemas,
a escupir palabras,
a gritar en la noche.

El Diablo anda en mi ojo,
no me permite que duerma,
domina mis miradas
corroídas
po r la crítica más fiera y desalmada,
enseñándome esta realidad
tan mal cocida. Anémica,
tullida y sucia:
la realidad cagada por Dios.

El Diablo anda en mi ojo,
me arrima a la mierda,
a los que se suicidan todos los días,
a los miserables, a los enfermos,
a la desgracia
a la muerte.

El Diablo anda en mi ojo,
me obliga a masticar
potajes de ansiolíticos,
pasteles de química
mientras me enseña a tener
FE
en los prospectos.

El Diablo anda en mi ojo.
Es un Ángel.
Sé que me ama.
No puedo expulsarlo.
No sé si quiero expulsarlo.

 

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